martes, 4 de marzo de 2008

Cosas que nunca te conté

Me busco entre la ventana y la cortina, a ver si me he despistado y me quedé en el rincón donde no llega el sol. Pero tan sólo encuentro polvo y alguna bolita voladora en busca de otras bolitas voladoras. Yo sé que se buscan para aliarse, porque cuando son pequeñitas se sienten insignificantes, pero cuando se unen muchas, se confunden y piensan que son una gran bolita. A veces, antes de desterrarlas al cubo de la basura, me asalta la idea de que harán un consejo de guerra en el recogedor y que unánimemente decidirán pegarse a los pelos del cepillo pero como pequeñas bolitas, para no llamar la atención, se esconderán debajo de los muebles. Eso sí, antes del último intento por sobrevivir, se despedirán con mucho dolor y volverán a ser insignificantes con la esperanza de volverse a encontrar, para dejar de ser una pequeña bolita y convertirse en una gran bolita.
Si el polvo no cesa en su empeño de vivir por qué nos cuesta tanto a nosotros, si sólo somos futuro polvo.

2 comentarios:

solo de piano de victor dijo...

Cuánto Millás hay en ti. Si esto es sólo el principio de lo que está por venir, permíteme que te dé la enhorabuena de antemano por tu prosa.
...me gusta ser tu espejo... ;D

Anónimo dijo...

¡Qué grande eres! Me ha encantado, no sé ya cuántas veces seguidas he leído tu relato.
Un besazo