viernes, 22 de enero de 2010

La nostalgia me ha traído a éste pequeño espacio de la red. Tan olvidado y tan presente.
El insomnio frente a la nostalgia hace que vuelva a teclear palabras, para llenar huecos. Tal vez sea para alejar a la tristeza, tal vez sea una vieja costumbre que debo de retomar, como tisana frente al desasosiego.
No importa, realmente no tiene relevancia.
Podría pasar toda la noche enumerando miles de sentimientos ya vividos, ya pasados, ya olvidados; o tal vez evocar todos aquellos que van naciendo, que se asientan, que emigran, que se olvidan por el camino, que aparecen sin avisar.
Hoy no será el día que lo haga. Hoy tan sólo quería dejar constancia que el corazón no deja de latir, que retoma su propio ritmo y que cada día late con más fuerza y exactitud.


viernes, 28 de noviembre de 2008

Lunática-Noviembre

Porque los meses de noviembre, dejan ver rayos de luz, pero esconden un frío que escaman los huesos, por eso qué mejor banda sonora para el mes de noviembre, que los tangos clásicos de la Argentina tan lejana y a la vez tan cercana a los sentimientos.
Entre el tango y el vino de Logroño, las sensaciones embargan mi mente, haciéndome evocar el sabor de aquellos labios tan castizos, haciéndome pensar en todos aquellos que no he probado, emocionándome por todos aquellos que aún me quedan por degustar.
No me queda más que sonreír, sonreir al sol, a la vida en todas sus vertientes. Este año cumpliré uno más con la sonrisa en los ojos, en la boca, en cada una de mis costillas, porque ya me cansé de esperar de que la vida me sonría a mí, porque ya está bien de menospreciarme, de hacerme valer de menos. Ya es hora de mostrarme tal y como soy; no hay más.
Así que así espero los futuros días, con la sonrisa eterna, una veces más real que otras, sin fe en la que creer, pero manteniendo la esperanza de todo lo que tiene que llegar.
Me encantaría poder celebrar mi cumpleaños con una fiesta multitudinaria, donde todo el mundo disfrute del tiempo pasado a mi lado, pero he llegado a la conclusión, de que tal vez sea tiempo perdido para mí. Demasiados compromisos tiene ya la gente para darle más; no creo en las cosas hechas por quedar bien. Así que tal vez me quede sin celebrar mi cumpleaños, o tal vez los planes espontáneos me dejen extasiada. Me gusta vivir en la incertidumbre.
Me niego a leer todo lo que he escrito. La verborrea del vino, no debe de ser rectificada.
Estoy feliz, feliz de volver a celebrar un cumpleaños, feliz de abarcar tanta felicidad con tan pocos motivos, feliz de que el sol salga cada mañana, feliz al contemplar en lo que me he convertido, y feliz por lo que puedo llegar a ser. Tan sólo tengo que evitar que algo empañe dicha felicidad, pero como nace de mí, creo muy difícil que se pueda esfumar.

lunes, 25 de agosto de 2008

Agosto

Cuánto tiempo sin sentarme frente al teclado. Ayer necesitaba escribir una entrada tan larga como la carretera que me arrastraba a mi pueblo, a mi piso, a la realidad....Pero hoy todas las palabras se han almacenado en alguna parte donde no puedo acceder.
Con acceso denegado y sin ganas de buscar la clave, me quedo con el sabor del buen vino en los labios, los días de agosto con manga larga, los madrugones sin sentido para desayunar en la ribera del Ebro....Y cada día que pasaba más y más calor, pero de esa calor que necesitas la manta para esconderlo...Hasta la vuelta a "la terreta", a las noches de insomnio y de sudor, al sopor de agosto, a disfrutar cada minuto, a broncearme en la barriga del mar, a terminar la noche del sábado con los primeros rayos de sol, a descubrir que me gusta Elvis y que los Beatles pueden ser una buena banda sonora para ciertos trocitos de tu vida.
Lo más importante de todo, la sonrisa que no se me borra, a pesar de ser lunes, a pesar de que agosto se termina, a pesar de la cartera esté llena de aire, a pesar de los pesares, cuando he abierto los ojos esta mañana, no he podido hacer otra cosa que sonreir, porque la habitación estaba llena de colores y el más importante se acurrucaba en mi pecho.

lunes, 5 de mayo de 2008

El puente reflexivo

La mañana sonaba a violín triste pero sereno, acompañado del repicar melódico del piano. Una música casi imperceptible pero estable.
Seguro que con el paso del tiempo el violín sonará sin temor a su profundidad, destilando de la tristeza la belleza extrema.
Seguro que el piano expanderá su melodía, y del solo de piano, hará una pieza excepcional, siendo capaz de transmitir el dolor y la alegría en la misma nota.

viernes, 14 de marzo de 2008

Nuit

Quiero ampararme en el vacío de las noches oscuras, de aquellas en las que cuanto más oscuro es el telón, más sobresalen los actores.
Quiero delirar en aquellos sueños que mis labios no me dejan pronunciar.
Quiero desbordarme en la realidad que mis ojos no se atreven a mirar.
Al fin y al cabo,
es lo que no dejo de hacer:
querer.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Carta al vacío

Querido vacío:
Aquí me encuentro rellenando unas líneas en tu recuerdo. Sé que has decidido marcharte, y que lo más seguro es que no quieras volver. Pero a veces creo adivinarte en los días de ventisca. Y hoy es uno de esos días.
Mentiría si te dijera que te echo de menos, pero después de estar tanto tiempo junto a ti, me he dado cuenta que no es tan difícil no dejarte hueco.
Sé que nunca has estado muy interesado en las cosas que sentía, que siempre andabas muy ocupado desbordándote en todo lo que me rodeaba, pero me gustaría hacerte llegar todo lo que se esconde en tu ausencia. Seguro que me contestas que gustoso compartirás cada sonrisa, cada mirada, cada caricia, cada, palabra...Pero por una vez, sabes de antemano de que no ocurrirá, miles de veces me has confesado que no soportas la alegría, que te angustia el calor que se escapa de dentro, y que le tienes fobia a la luz.
Tal vez algún día quieras volver a mí lado, y conociéndote como te conozco, sé que lo intentarás por todos los medios. Por eso he decidido escribirte, para decirte que sé lo acostumbrado que estás a mí, que tal vez yo te trate como nadie, pero que tienes que ser razonable y comprender que ya no tienes cabida en mi vida.
Pero no quiero que te pongas triste, ni que me reproches que no tienes lugar a donde ir, porque te he preparado una habitación, la más helada del piso, con la persiana siempre bajada, como a ti te gusta. Creo que te sentirás agusto, y te prometo que respetaré tu intimidad, no abriré la puerta, por no molestarte.
Espero que no sientas mucha nostalgia de los viejos tiempos cuando leas esta carta, y que te encuentres agusto con tu nuev@ compañer@, pero recuerda que si alguna vez te cansas de ser importante en vidas ajenas, tienes una habitación esperándote.



martes, 4 de marzo de 2008

Cosas que nunca te conté

Me busco entre la ventana y la cortina, a ver si me he despistado y me quedé en el rincón donde no llega el sol. Pero tan sólo encuentro polvo y alguna bolita voladora en busca de otras bolitas voladoras. Yo sé que se buscan para aliarse, porque cuando son pequeñitas se sienten insignificantes, pero cuando se unen muchas, se confunden y piensan que son una gran bolita. A veces, antes de desterrarlas al cubo de la basura, me asalta la idea de que harán un consejo de guerra en el recogedor y que unánimemente decidirán pegarse a los pelos del cepillo pero como pequeñas bolitas, para no llamar la atención, se esconderán debajo de los muebles. Eso sí, antes del último intento por sobrevivir, se despedirán con mucho dolor y volverán a ser insignificantes con la esperanza de volverse a encontrar, para dejar de ser una pequeña bolita y convertirse en una gran bolita.
Si el polvo no cesa en su empeño de vivir por qué nos cuesta tanto a nosotros, si sólo somos futuro polvo.