viernes, 28 de noviembre de 2008

Lunática-Noviembre

Porque los meses de noviembre, dejan ver rayos de luz, pero esconden un frío que escaman los huesos, por eso qué mejor banda sonora para el mes de noviembre, que los tangos clásicos de la Argentina tan lejana y a la vez tan cercana a los sentimientos.
Entre el tango y el vino de Logroño, las sensaciones embargan mi mente, haciéndome evocar el sabor de aquellos labios tan castizos, haciéndome pensar en todos aquellos que no he probado, emocionándome por todos aquellos que aún me quedan por degustar.
No me queda más que sonreír, sonreir al sol, a la vida en todas sus vertientes. Este año cumpliré uno más con la sonrisa en los ojos, en la boca, en cada una de mis costillas, porque ya me cansé de esperar de que la vida me sonría a mí, porque ya está bien de menospreciarme, de hacerme valer de menos. Ya es hora de mostrarme tal y como soy; no hay más.
Así que así espero los futuros días, con la sonrisa eterna, una veces más real que otras, sin fe en la que creer, pero manteniendo la esperanza de todo lo que tiene que llegar.
Me encantaría poder celebrar mi cumpleaños con una fiesta multitudinaria, donde todo el mundo disfrute del tiempo pasado a mi lado, pero he llegado a la conclusión, de que tal vez sea tiempo perdido para mí. Demasiados compromisos tiene ya la gente para darle más; no creo en las cosas hechas por quedar bien. Así que tal vez me quede sin celebrar mi cumpleaños, o tal vez los planes espontáneos me dejen extasiada. Me gusta vivir en la incertidumbre.
Me niego a leer todo lo que he escrito. La verborrea del vino, no debe de ser rectificada.
Estoy feliz, feliz de volver a celebrar un cumpleaños, feliz de abarcar tanta felicidad con tan pocos motivos, feliz de que el sol salga cada mañana, feliz al contemplar en lo que me he convertido, y feliz por lo que puedo llegar a ser. Tan sólo tengo que evitar que algo empañe dicha felicidad, pero como nace de mí, creo muy difícil que se pueda esfumar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Adoro esa frase de que no se debe rectificar la verborrea del vino. Pero no tanto como haber encontrado esa sonrisa de la que tanto hablas.Me algro muchísimo de que estés tan feliz.Te lo merecías de verdad, espero que lo disfrutes y que te dure mucho tiempo.
Un abrazo
M.